El sistema HACCP
nace de la exigencia de garantizar la salubridad e inocuidad de los
alimentos. Este sistema de autocontrol se establece a voluntad en
cada etapa de la producción en la medida que puede influenciar en la seguridad de los alimentos, actuando de
este modo en forma preventiva.
El sistema de autocontrol higiénico permite prevenir eventuales problemas
en las fases de producción intermedias evitando concentrar los controles en el
producto terminado. Este fue ideado en los años sesenta en los Estados
Unidos con el intento de asegurar que los alimentos provistos a los astronautas
de la NASA no tuvieran efectos negativos en la salud que podría poner en riesgo
las misiones en el espacio.
EL HACCP fue introducido en Europa en el año 1993 con la directiva
43/93/CEE que prevee la obligatoriedad de aplicación del protocolo de HACCP
para todas las operaciones, cualquiera fuera el nivel en la cadena productiva
alimentaria.
En el 2006 HACCP comenzó a ser obligatorio para las compañías que
producen alimentos para animales que serán destinados a la producción de
alimentos de consumo humano (producción de materias primas, mezclas, aditivos,
suplementos).
En Argentina se comienzan a introducir
normativas para la seguridad alimentaria a partir del año 1968 con el
Digesto 4238/68 “Reglamento de
Inspección de Productos Zoógenos”, y en el año 1998, a través del decreto
233/98 se establece la obligatoriedad de desarrollar POES y BPM.
En el año 2003 la Circular 3523 de SENASA, sobre la base de la Decisión
EU 2001/471/CEE se establece la obligatoriedad de uso del sistema HACCP como
parte del Sistema de Aseguramiento de Calidad para establecimientos
exportadores a la Unión Europea, cuya aplicación es en Argentina a partir del 8
de junio de 2003.
LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD ALIMENTARIA COMO ASÍ TAMBIÉN LOS DE CALIDAD SON
UNA RESPUESTA PARA NIVELAR LOS CONTROLES Y ESTÁNDARES DE CALIDAD QUE TIENEN LOS
ORGANISMOS DE SALUD PÚBLICA DE LOS PAÍSES CENTRALES, RESPECTO DEL RESTO DEL
MUNDO.
Prerrequisitos
para la implementación del HACCP
POES
POE
MIP
Capacitación del
personal
Trazabilidad
Los principios del sistema HACCP
Los
puntos fundamentales del sistema HACCP son identificables en siete principios,
a los que preceden cinco pasos preliminares. Se intenta contemplar en doce
pasos prácticos y en un contorno muy especificado las etapas básicas del
desarrollo del sistema HACCP.
Pasos preliminares
· 1. Formación del
equipo HACCP.
· 2. Descripción del
producto.
· 3. Identificación de
los destinatarios de uso.
· 4. Construcción del
diagrama de flujo.
· 5. Confirmación in
situ del diagrama de flujo.
El sistema HACCP está basado en la aplicación de siete principios:
1. Realización de un análisis de riesgo e identificación de
los peligros.
2. Determinación de
los puntos críticos de control (PCC).
3. Establecimiento de
los límites críticos.
4. Implementación del
sistema de vigilancia.
5. Establecimiento de
las acciones correctivas.
6. Establecimiento de
los procedimientos de verificación.
7. Establecimiento de
un sistema de registro y documentación.
Principio 1 Identificar los posibles
peligros en todas las fases desde la producción hasta el consumo que puedan
asociarse al producto, y evaluar la importancia de cada peligro considerando la
probabilidad de ocurrencia (riesgo), y su severidad. Se desarrollará una lista de peligros
potenciales, microbiológicos, químicos y físicos. Asimismo las fuentes de contaminación
y la influencia de los procesos tecnológicos.
Principio 2 Determinar los puntos
críticos de control (PCC) evaluando cada una de las fases operacionales donde
se aplican medidas de control que puedan eliminar o reducir los peligros a
niveles aceptables. Estos PCC pueden localizarse en cualquier fase y son
característicos de cada proceso. Una fase representa un estadío de producción o
manipulación del alimento, desde la obtención de la materia prima,
conservación, transporte, hasta la venta y uso del producto final. Debe darse
prioridad a aquellos puntos en donde, si no existe control, puede verse
afectada la salud del consumidor.
Principio 3 Establecimiento de límites
críticos para cada PCC se basa en establecer los niveles indicativos y tolerancias
para asegurar que el punto crítico está gobernado. En la práctica los límites
críticos establecen la diferencia entre lo aceptable y lo inaceptable, tomando
en cuenta los riesgos que un alimento puede generar al consumidor. Los límites críticos están determinados por la
ley, o por las normas de GMP (good manufacturing practices), en el sentido que puede
derivar de la adopción de una práctica higiénica del trabajo. Estos límites son
invulnerables.
Principio 4 Establecimiento de un sistema
de monitoreo sobre los PCC que permita asegurar
mediante observaciones programadas que se encuentran bajo control. Se
determina por uno o varios parámetros
que deberán tener un límite crítico predeterminado. El propósito es indicar
cuando ha ocurrido una pérdida o desvío del PCC y debe llevarse a cabo una
acción correctiva.
Principio 5 Establecimiento de medidas
correctivas, que serán las acciones a adoptarse cuando la vigilancia indique
que un determinado punto crítico no está bajo control, es decir que ocurre una
“no conformidad”. Con la aplicación inmediata de las medidas correctivas
predeterminadas y documentadas se reducirá la cantidad de producto que no
cumple con las especificaciones. La revisión del sistema para eliminar la
posibilidad de desviaciones de los parámetros prefijados podrá verificarse
nuevamente.
Principio 6 Establecimiento de
procedimientos de verificación que incluyen pruebas adicionales para confirmar
que el sistema HACCP está funcionando eficazmente.
Principio 7 Establecimiento de un sistema
de documentación y registro apropiado
que se basa en la implantación del sistema.
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